lunes, 26 de mayo de 2014

Imágenes varias de la Armada de Rusia

Proyecto 22350: Instalación de las antenas del avanzado radar “Poliment”, del tipo AESA:






Proyecto no identificado. Posible destructor ruso de nueva generación, la supuesta “clase Líder”:




Proyecto no identificado. Posible crucero ruso de nueva generación:




Diseño propuesto para los futuros portaaviones rusos:



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sábado, 24 de mayo de 2014

La Armada de Rusia, ante el desafío de diseñar su futuro

Autor: Humberto D. Vinante (*)

La reciente revelación de detalles de un nuevo destructor ruso, el Proyecto 21956, por parte de una compañía naval rusa, ha reavivado el interés por el futuro de la Armada de Rusia. En esta nota, el autor brinda algunas pistas sobre las características que tendrán los próximos buques de superficie de esa fuerza.

En buques de guerra medianos los rusos han seguido estos esquemas: construyen un destructor especializado en lucha antisubmarina y uno en escolta de escuadra (los últimos fueron las clases Udaloy y Sovremenie respectivamente), y un crucero. Las funciones son bien diferentes. Los grandes buques antisubmarinos tienen la función de hacer bastiones seguros para los SSBN desde donde lancen sus misiles. Los destructores de escuadra, tienen capacidad antiaérea y antibuque y participan del despliegue de flotas o escuadras antibuque, como el Kirov o los Slava.

Normalmente de éstos se encarga el Bureau Severnoe, mientras que los buques como portahelicópteros o portaaviones los desarrolla Nevskoe (también está Krilov pensando en este segmento).

La clase Sovremenie fue construida propulsada por calderas de vapor, que proporcionaban más potencia y autonomía, pero ocupaban más espacio, y los Udaloy por turbinas de gas. En el último buque botado (Admiral Chabanenko) se hizo una fusión de ambos proyectos. Es un Udaloy, pero armado con los misiles antibuques de las Sovremenie y la artillería de éstas (el cañón de 130 doble). Tienen el sistema de defensa antiaérea de las Udaloy, e incorporaba el CIWS o CADS Kashtan de defensa de punto. Y propulsado por turbinas de gas. Tiene menos autonomía y velocidad, pero más espacio interno.

Buque ruso “Admiral Chabanenko”.
(© Benjamín Marfil)

Es muy probable que la Armada de Rusia esté evaluando el desempeño de los nuevos (y costosos) destructores norteamericanos de la clase Zumwalt. 

En su último rompehielos están probando un sistema de propulsión turboeléctrico propulsado por un reactor nuclear compacto (el RITM200), y es posible que estén pensando en propulsión mixta (Nuclear y/o Gas) para un crucero, y CODAG o COGAG (Combined Diesel and Gas o Gas and Gas) para el destructor, pero usando propulsión eléctrica. El problema de los nucleares es que el costo de recambio de los elementos combustibles es entre el 10 y el 30% del costo de la nave, por lo que al final se terminan quedando en puerto hasta el recambio, como les pasa a los tres Kirov que están en Severodvinsk.

El bureau OKBM Afrikantov, ha construido la gran mayoría de las plantas de propulsión nuclear de los buques de guerra rusos. Los reactores de los Kirov y del posible portaaviones son los KN-3, cuya versión civil es el KLT-40 y la versión en tierra es el VBER-300.

Los rusos están hablando de tener en el mar al menos tres escuadras, con seis portaviones, lo que implica al menos seis cruceros de escolta con capacidad AEGIS y unos 12 destructores de escuadra con excelente capacidad antiaérea (el Proyecto 21956 parece estupendo para esto, quizás lo desarrollaron sin que la Armada de Rusia lo pida pero con el propósito de “tentarla”), además de los cuatro buques de desembarco Mistral que han adquirido a Francia, y escoltas de buena capacidad como las recientes 22350 (pero atención, las 22350 tienen la misma capacidad operativa que un destructor; reemplazan a las fragatas de la clase Krivak que eran escoltas de escuadra).

Proyecto 21956.
Propuesta de destructor ruso de nueva generación.

Proyecto 22350.
Fragata rusa de nueva generación.

El tema es que primero la Armada de Rusia tiene que decidir si va a construir portaaviones o no y, si es así, cuántos. Luego determinará cantidades de sus cruceros y destructores de escuadra. En cuanto a las capacidades de los mismos, no tienen problemas, porque los rusos tienen excelentes sistemas de defensa aérea y ataque naval, por ejemplo las versiones navales de los S-300 y S-400, radares navales AESA, y misiles P-700 y P-800. De allí verán si les es útil una sola clase de destructores polivalentes o siguen haciendo dos, uno antisubmarino y otro antibuque y antiaéreo, y además un crucero AEGIS. Algunas fuentes dicen que van a modernizar los cuatro Kirov, y a reponerles el combustible nuclear.

Verán si siguen los pasos de utilizar propulsión eléctrica como los americanos o siguen con la tradicional con reductores y ejes.

Es posible que les instalen láser y armas de energía dirigida (consumen una cantidad de energía gigante) y de todo esto verán el costo. Seguramente serán también stealth antiradar (como los proyectos 21956 y 22350) pero deberán reducir la firma acústica (como el Zumwalt). Y no costar tanto (como el Zumwalt) que hagan que sólo puedan construir dos o tres.

Finalmente, los rusos tal vez decidan instalar en sus futuros buques –destructores y/o cruceros–, al sofisticado sistema S-400 (o incluso el S-500) como sistema de defensa y protección contra misiles balísticos, para hacer una cortina como la de los americanos.

(*) Profesor Titular, Facultad Regional Mendoza, Universidad Tecnológica Nacional

jueves, 22 de mayo de 2014

Proyecto Tronador II: Sistema de navegación INS/GPS para un cohete suborbital controlado

Tesis de Grado de Ingeniería Electrónica de Pablo Tomás Bernadí (Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ingeniería).

“El objeto de esta tesis es diseñar un sistema de navegación para el vuelo de un cohete suborbital que cumpla con los requerimientos impuestos por los sistemas de guiado y control. Un sistema de navegación provee información de la posición, velocidad y orientación del vehículo, datos que en este caso deben ser calculados en tiempo real. La calidad de la información de navegación debe ser tal que, en conjunto con los sistemas de guiado y control, garantice un buen seguimiento de la trayectoria prevista.

Debido a la naturaleza experimental del vehículo, no está prevista su recuperación ni de ninguna de sus partes. Es por esto que otro de los requerimientos impuestos es el del bajo costo de los sistemas. En este contexto surge el problema de lograr una calidad de navegación aceptable con sensores de performance moderada”.

Link al documento:

http://psic.fi.uba.ar/Publicaciones/Tesis/Bernadi/Bernadi.pdf


El vector VEx1A siendo alistado en las instalaciones de la UNLP.
(© UNLP)

martes, 20 de mayo de 2014

Interesante fotografía del Centro Espacial Teófilo Tabanera

Interesante vista panorámica de un sector del Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) que CONAE posee en Falda del Carmen, Provincia de Córdoba. En estas instalaciones, fue desarrollado el vector Cóndor II.

Imagen original (© João Henrique Quoos):

http://www.panoramio.com/photo/62336383

...y la misma imagen pero mejorada,


En Google Maps:

https://www.google.com.ar/maps/@-31.5271293,-64.4693085,2072m/data=!3m1!1e3

(© João Henrique Quoos)

domingo, 18 de mayo de 2014

Rusia ensayará su nuevo cohete impulsor ligero a finales de junio

El primer lanzamiento de prueba del cohete propulsor de la clase ligera Angará-1.2PP se efectuará desde la base espacial de Plesetsk, en el noroeste de Rusia, el 25 de junio próximo, informó un representante de la agencia espacial rusa, Roscosmos.

“El lanzamiento está fijado para el 25 de junio y la fecha de reserva es junio 26”, precisó la fuente a esta agencia.

La serie Angará incluye lanzadores de clase ligera, mediana y pesada. Los cohetes sustituirán los actuales Protón que usan como combustible un componente muy tóxico. Por esta razón, Kazajstán se opone al lanzamiento de los Protón desde Baikonur, cosmódromo que Rusia arrienda en su territorio.

Los nuevos cohetes serán aprovechados no sólo para las necesidades de defensa, sino también para fines económicos y científicos en el marco del Programa Federal Espacial de Rusia y en el marco de programas internacionales.

Fuente: RIA Novosti

Video relacionado:



Galería de imágenes (capturas del video anterior, © Roscosmos):













sábado, 17 de mayo de 2014

Proyecto Tronador II: el motor del Vehículo Experimental 1 (VEx1)

Motor de 4 tn de empuje con “Thrust Vector Control” o TVC. Utiliza propergoles hipergólicos, hidracina y ácido nítrico rojo fumante (RFNA), y es del tipo presurizado.

Fue desarrollado por Pablo Reimonte, un destacado ingeniero aeronáutico egresado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), y fue ensayado y puesto a punto en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE en Falda del Carmen, Provincia de Córdoba. Fue construido con elementos provenientes de la UNLP, y de diversas empresas, como la cordobesa Metalúrgica Roma.

Según se sabe, el motor del VEx1 funciona a la “
perfección y cumpliendo con todos los requisitos, durante 50 segundos. Durante su funcionamiento la temperatura alcanza los 2.000 ºC.

(© Infobae.com)

(© Infobae.com/Metalúrgica Roma)

(© Infobae.com)

(© Infobae.com)

(© Infobae.com)

(© Ministerio de Planificación)


(© CONAE)

lunes, 12 de mayo de 2014

Elbrus-4S, el nuevo microprocesador ruso de alto rendimiento

La principal firma rusa para el desarrollo de microprocesadores “MCST Elbrus”, ha anunciado que la fase de pruebas del nuevo microprocesador Elbrus-4S (o Elbrus-4C) ha concluido satisfactoriamente, y está listo para su producción en serie.

En la actualidad el Elbrus-4S es el microprocesador de mayor rendimiento de la compañía. El Elbrus-4S es un microprocesador de 64 bits de propósito general. Contiene 4 núcleos «Elbrus» corriendo a 800 MHz, y soporta tres canales de memoria DDR3-1600. Viene preparado para trabajar en sistemas multiprocesador con memoria compartida (hasta cuatro microprocesadores). Es un dispositivo fabricado con tecnología de 65 nm, seguramente de la taiwanesa TSMC. El consumo promedio es de ~45 W. Por otra parte, la cantidad de transistores de este quad ruso ha escalado a 986 millones. 

Los sistemas computacionales basados en el micro Elbrus-4S utilizan el sistema operativo “Elbrus OS”, basado en Linux versión 2.6.33. 

El Elbrus-4S continúa la línea de microprocesadores con arquitectura “Elbrus”, desarrollada por el MCST. Esta arquitectura es del tipo EPIC (Explicitly Parallel Instruction Computing), en cada ciclo de reloj, cada núcleo del nuevo procesador puede ejecutar hasta 23 operaciones, mientras que para los procesadores con arquitectura RISC este valor es varias veces menor. El procesador ha mejorado su rendimiento en operaciones de punto flotante: la potencia de procesamiento total de los cuatro núcleos es de ~50 GigaFLOPS (precisión simple, 32 bits) y de ~25 GigaFLOPS (doble precisión, 64 bits).  

A pesar de la relativamente baja velocidad de reloj, en muchos problemas reales el microprocesador Elbrus-4S ofrece un rendimiento comparable con los mejores microprocesadores extranjeros.

Por último, “MCST Elbrus”, sigue trabajando activamente en el desarrollo del microprocesador Elbrus-8S (o Elbrus-8C). Este micro será manufacturado con tecnología de 28 nm, y tendrá 8 núcleos. Se espera que tenga una velocidad de 1,3 GHz. Con la aparición de este micro, Rusia tendrá la capacidad de construir supercomputadoras completamente con elementos propios.

Más información (en ruso) aquí:


El nuevo quad ruso Elbrus-4S
(denominado durante su desarrollo como Elbrus-2S)
proporciona alto rendimiento con bajo consumo. (© MCST)

Nueva computadora rusa conteniendo a
4 microprocesadores Elbrus-4S.

El número total de transistores entre esos
cuatro microprocesadores Elbrus-4S, se aproxima
a los 4.000 millones. (© MCST)

buscadores: elbrus, Elbrus-4C, Elbrus-8C, computer, supercomputers, processor, microprocessors, Russia, russian

jueves, 1 de mayo de 2014

NASA estudia cancelar misiones en activo

Autor: Alberto González Fairén

¿Adiós a Opportunity y LRO?

El día 14 de junio, NASA anunciará su decisión de cancelar o no la misión del rover Opportunity en Marte y de la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) en nuestro satélite. En el caso de que la agencia espacial norteamericana decida terminar con estas misiones, crearía un precedente impensable hasta hace muy poco: cortar la financiación de robots exploradores cuando aún conservan la capacidad de suministrar información. La situación de ambas misiones es muy delicada en estos momentos, ya que ninguna de las dos ha recibido respaldo financiero en el proyecto de presupuestos de la Casa Blanca para 2015. Es cierto que el documento hecho público por la administración Obama es tan sólo una primera evaluación de las prioridades económicas de NASA, y que será el Congreso el que tenga la última palabra. Y también es verdad que no es la primera vez que alguna misión operativa se queda fuera de este presupuesto inicial del Presidente y es rescatada con posterioridad por el Congreso. Pero no es menos cierto que Opportunity acaba de cumplir diez años, y LRO cinco, lo que significa que ambas han sobrepasado ya con creces su esperanza de vida.

El problema, evidentemente, es la escasez de fondos. NASA mantiene en estos momentos seis grandes misiones en el Sistema Solar: la sonda Cassini en órbita de Saturno (Figura 1); LRO en la Luna (Figura 2); y cuatro misiones en Marte, los dos orbitadores Mars Odyssey y Mars Reconnaisance Orbiter (MRO) (Figura 3) y los dos rovers Curiosity y Opportunity. Todos estos robots (excepto Curiosity) han completado ya su campaña inicial, algunos sustancialmente. Y una vez completada su campaña inicial, cada misión debe presentar a la administración de NASA informes detallados de sus actividades actuales y de sus objetivos para el futuro; estos informes son evaluados internamente para elaborar una lista que determine cuáles de las seis misiones tienen prioridad para obtener financiación durante otros dos años más. Este proceso se ha repetido bianualmente varias veces, y este año los informes se presentaron a mediados de abril. El problema en esta ocasión es que ha entrado en competición Curiosity por primera vez, y aunque el presupuesto de la División de Ciencias Planetarias de NASA ha aumentado ligeramente respecto al año anterior, Curiosity es una misión que requiere una financiación sustancial. En definitiva, NASA no dispone de fondos suficientes para costear al 100% otros dos años de las seis misiones.

Figura 1: Representación artística de la sonda Cassini
 alrededor de Saturno. (© NASA)

Figura 2: Representación artística de LRO en órbita lunar.
(© NASA)

¿En qué situación deja a las seis grandes misiones este escenario? En principio, Cassini y Curiosity deberían estar fuera de peligro. Aunque Cassini lleva en órbita de Saturno desde 2004, y por tanto está ya disfrutando de una extensión de su campaña inicial, su retorno científico ha sido espectacular: desde los más de 100 sobrevuelos sobre Titán que han confirmado la existencia de mares de metano y etano líquidos en el mayor de los satélites de Saturno, hasta las erupciones de material helado que sugieren la existencia de un océano subsuperficial en Encélado, pasando por el estudio de los anillos del planeta o los análisis de sus lunas menores. 

Por su parte, Curiosity llegó a Marte en agosto de 2012, y desde entonces ha suministrado datos de gran valor para nuestro conocimiento del planeta. Desde la confirmación de que el agua líquida fluyó por la superficie marciana durante tiempos lo suficientemente prolongados como para redondear las rocas de los cauces fluviales (igual que sucede en la Tierra), hasta el descubrimiento de sedimentos que recogen la evidencia geoquímica de que el planeta fue habitable en algún momento en el pasado, pasando por la detección preliminar de compuestos orgánicos por primera vez en su superficie o la confirmación de que la concentración de metano en su atmósfera fluctúa. Curiosity ha obtenido un éxito de tal magnitud hasta el momento que es difícil imaginar que no reciba fondos para continuar sus operaciones, sobre todo porque se trataría únicamente de la primera extensión sobre su campaña inicial.

Figura 3: Mars Reconnaissance Orbiter.
(© NASA/JPL)

Los dos orbitadores marcianos son ya veteranos, pero cuentan con una importante baza a su favor: son los dos únicos satélites que tiene NASA en órbita de Marte, y por lo tanto son los únicos instrumentos de NASA capaces de transmitir a la Tierra los datos que recogen las misiones sobre la superficie. Los robots que operan sobre la superficie pueden comunicarse directamente con la Tierra, pero de forma más lenta e ineficaz que la que proporcionan los orbitadores. NASA tendrá muy en cuenta esta capacidad en su evaluación final de prioridades de financiación, sobre todo considerando que ya tiene en camino la siguiente plataforma robótica que ha de posarse en la superficie (InSight, en septiembre de 2016) y está ya preparando el siguiente rover, que será enviado en 2020. Por lo tanto, la continuidad de los dos orbitadores parece imprescindible. MRO lleva en órbita de Marte desde 2006, y ha proporcionado información con detalles sin precedentes sobre la variedad mineralógica de la superficie marciana, así como imágenes orbitales de alta resolución. Odyssey ha cumplido ya 12 años en Marte, y algunos de sus instrumentos hace tiempo que no funcionan, aparte de que tiene una capacidad de transmisión de información más reducida que MRO; pero es el único “plan b” disponible en caso de que MRO sufriera algún problema. Es cierto que un nuevo orbitador, MAVEN, está en camino y se pondrá en órbita de Marte en septiembre de este año; pero MAVEN únicamente se utilizará como transmisor de emergencia durante su campaña inicial de dos años, aparte de que las características de su órbita harán que sea aún menos eficaz como transmisor que Odyssey.

Por lo tanto, LRO y Opportunity tendrán que competir duramente para conseguir financiación y seguir activas otros dos años más. Será complicado. LRO se envió a la Luna con la misión de elaborar un mapa de posibles lugares de alunizaje para misiones tripuladas, una tarea que ya completó en su primer año. Además, a día de hoy, NASA no tiene planes para volver a la Luna al menos en las próximas décadas. Mientras, Opportunity ha recorrido más de 39 kilómetros, su rueda delantera derecha falla en ocasiones, su brazo robótico acumula problemas, y varios de sus instrumentos hace tiempo que no están operativos. Y aunque resulte paradójico, otro factor en su contra es que la misión ha sido ya un éxito absoluto: Opportunity descubrió hace años sedimentos depositados en el fondo de antiguos lagos de agua ácida, y el año pasado completó sus descubrimientos sobre el pasado hidrológico del planeta con el hallazgo de arcillas, un tipo de minerales que únicamente se forma en aguas no ácidas. Pero el rover sigue en movimiento, y de hecho el viento de este último invierno ha limpiado sus paneles solares hasta el punto de que están casi al 90% de su capacidad (Figura 4); por lo tanto, Opportunity no tiene problemas para continuar con su trabajo. Y no olvidemos que es el único robot en Marte con acceso directo a materiales del Noeico, la más antigua de las eras geológicas marcianas. ¿Cancelará NASA la misión de uno de sus robots más emblemáticos, una de las joyas de su programa espacial, capaz aún de responder multitud de preguntas sobre los primeros tiempos de la historia de Marte?

Figura 4: Autorretratos de Opportunity mostrando sus paneles
solares en enero (izquierda) y marzo de este año, después de pasar
el invierno a gran altura en borde del cráter Endeavour,
donde los vientos son más activos que en las planicies de Meridiani.
(© NASA/JPL-Caltech/Cornell Univ./Arizona State Univ.)
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